He tenido una semana de locos y hoy no podía faltar la cereza del pastel, un jueves lleno de enojo, frustración y peleas, y adivinen con quién, si, así es, con el Sr. Negatividad.
Toda ésta semana me he dedicado a asistir a un curso de capacitación para poder ingresar a mi nuevo trabajo, en una área administrativa de la empresa, me siento muy feliz y muy contenta de decir que ya tengo un trabajo, estoy satisfecha. Toda ésta felicidad no es de a gratis, ya que nunca falta quien ve todo por el lado negativo, ése es mi novio.
No puedo decir que es negativo 100% de las veces pero cuando se trata de algún esfuerzo, de levantarse temprano, de caminar, de salir o cualquier cosa relacionada con esforzarse yo sé, por experiencia, que va a decir algo como “hay no, mejor mañana” o algo como “… y que tal si lo dejamos para después?”, no creo que esa sea una buena actitud.
Esto no es una apología ni una excusa, mucho menos una justificación pero ya saben como es uno como mujer, más con las hormonas, porque si pasa y si pasa por las hormonas, a veces somos muy emocionales o viscerales como le llaman algunas personas y yo soy muy de esa forma. Hoy me enojé mucho con él y sé que aunque está mal que me moleste, repito que no es justificación, todo eso es porque he estado acumulando el coraje y la frustración de todos esos días que ya me contagió con su negatividad.
Hubieran visto su cara cuando le conté del trabajo, me desanimó, afortunadamente no soy una de las personas que lo bota todo sólo porque le hace falta algo de ánimo o autoestima, yo tomé una decisión y lo logré. Después discutimos por unos boletos de Big Bang, yo estaba proponiendo como podríamos comprar los dos boletos y ya se imaginaran su expresión facial.
En éste momento estoy realmente molesta con él, siento que no quiero verlo, no quiero ni estar en la misma habitación en donde él está, estoy muy cansada por la semana tan ajetreada, sólo quiero descansar.
